¿Qué es la desregulación emocional?

Es el resultado de una sensibilidad emocional mayor que  el promedio, sumado a las dificultades que presentan para regular las emociones.

Todos los seres humanos tenemos emociones, es parte de nuestra esencia.

Es normal sentir enojo, tristeza, angustia, alegría, ira, frente a determinadas cosas que nos pasan en la vida.

Sin embargo hay personas más sensibles a los  estímulos con una activación rápida, de gran intensidad y un lento regreso a la calma.

La desregulación emocional lleva a que frente a estímulos, que muchas veces podemos considerar como de poca entidad, se dispara la emoción con gran rapidez y mucha INTENSIDAD.

Esta característica es biológica, propia de cada persona.

Como ejemplo contamos la experiencia de Carla.

“Mi mejor amiga me dijo que no podía venir a verme, me enoje, no me pude controlar, tire mi celular al piso, lo pise y lo rompí”

En Carla  el enojo surgió rápidamente y con gran intensidad.

Volviendo lentamente a la calma; “horas después, mi madre me pidió que ordenara mi dormitorio, y yo le grite y la insulte”.

Persistía activada a pesar del tiempo transcurrido.

Normalmente, podemos pasar de una emoción a otra con facilidad, calmarnos rápidamente, y evaluar el entorno para tomar la conducta más apropiada para la circunstancia.

Somos capaces de reconocer la emoción (identificamos la tristeza, la ira etc).

Esto no sucede cuando se padece desregulación emocional, tienen dificultad para reconocer su emoción, y para lograr inhibir lo que les genera, así sea una conducta poco apropiada.

No logran enfocar su atención en otra cosa, para regularse, actúan a través de la emoción y  no pueden analizar las consecuencias.

Lo que sentimos siempre es válido, pero es posible aprender estrategias para reconocer, regular y no actuar la emoción.

Artículo escrito por :
Dra. Verónica Santos  y Prof. Adjta. Dra. Gabriela López