Es importante comenzar a comprender el sufrimiento que acompaña a las personas con trastorno límite de la personalidad, y a eso nos referimos cuando hablamos de vulnerabilidad emocional.
Para poder entender que tan sensibles son a las emociones, podemos pensar en un individuo con quemaduras en su piel.
Con el más mínimo roce se produce dolor.
Para ellos es tan difícil controlar las sensaciones psíquicas y físicas que acompañan una emoción, que se vuelven imposible de tolerar.
Muchas veces la idea de muerte parece ser el único camino para acabar con ese dolor.
Esta vulnerabilidad emocional es la puerta para las conductas suicidas.
Validar, es entender esa vulnerabilidad, y se logra acompañando, tranquilizando, siendo cálido.
En DBT, se valida la emoción, se acepta esa vulnerabilidad, pero se trabaja de forma flexible, con estrategias de aceptación y cambio.
Sabemos qué haces lo mejor que puedes, pero puedes hacerlo mejor