No termino nada…

Comenzar una actividad, curso, trabajo o terapia con muchísimas ganas y motivación y “de la nada” perder el interés y abandonarlo, es una característica típica de la personalidad límite (Borderline).

Este cambio rápido es parte de la disregulación emocional, en donde la persona no puede regular  su conducta más allá de la emoción.

Se pierde  el entusiasmo inicial o surge alguna dificultad o frustración, la emoción invade y el abandono de la actividad que “disparó” la emoción es lo que sucede.

Pero, este abandonar actividades,  luego es sentido como un fracaso (u otro fracaso más…).

Para lograr finalizar aquello que se empieza es  necesario hacerse estas preguntas:

  • ¿La actividad que voy a dejar, es realmente lo que me está generando el malestar?
  • ¿Es importante para mí finalizar la actividad que quiero dejar?
  • ¿Cómo me sentiré en unos meses si abandono esta actividad?
  • ¿La actividad que voy a dejar me ayudará a lograr mis objetivos a corto plazo?
  • ¿Si abandono la actividad, mis objetivos a largo plazo se verán afectados?

Estas preguntas se deben contestar en MENTE SABIA. Para encontrar la mente sabia podemos realizar  Mindfulness: respirando profundamente, llevando toda nuestra atención a la respiración y esperando que venga la respuesta a nosotros. Es necesario tomarse tiempo para ello, 10, 15 o 30 minutos. Tómate tu tiempo para realizar este ejercicio.

Todos tenemos MENTA SABIA, y esta se manifiesta cuando estamos tranquilos. Es ese “saber” que en el fondo de nosotros sabemos que es lo mejor, aunque no sea lo que queremos escuchar en ese momento.

Cuando tengamos la respuesta hay que realizarla.

Si la respuesta es: “SIGUE”  la actividad y no tenemos ganas, es momento de poner en funcionamiento una habilidad de DBT que es muy efectiva: ACCIÓN OPUESTA.

Qué es ACCIÓN OPUESTA?

Pues es eso: HACER LO OPUESTO.

No quiero ir: voy.

No quiero trabajar: trabajo.

No quiero estudiar: estudio.

No quiero hacer ejercicio: hago ejercicio.

No quiero ir a terapia: voy a terapia.

Te preguntarás: ¿y si no tengo ganas?

Respuesta: No hay que tener ganas para hacer las cosas. Sólo hacerlas. Nadie va “con ganas” al trabajo todos los días, o estudia “con ganas” todos los días. Sin embargo: se va a trabajar, se estudia, etc. ¿Cómo? Con ACCIÓN OPUESTA.

¡Inténtalo!!!

¡Verás que se puede!!!

Dra. Gabriela López Rega.

Dra. Verónica Santos Spagnuolo.