En el mes de prevención del suicidio, nos parece importante transmitir herramientas simples que pueden ayudar a prevenir el suicidio.
Primero es entender que podemos hacer algo que cambie el destino de esa persona que decidió quitarse la vida, siempre y cuando este deseo sea comunicado.
Cuando alguien no avisa, o no comunica el deseo suicida es imposible poder ayudarla.
Regla fundamental: descartar el mito que “si lo dice no lo hace”. Si una persona nos dice que se quiere quitar la vida, SIEMPRE tomarlo en cuenta.
Qué hacer:
– No dejarlo solo.
– Intentar continentarlo: “Sé que te sientes mal, ¿EN QUÉ TE PUEDO AYUDAR?”
– No confrontarlo, no decir por ejemplo: ¿Y qué vas a lograr con eso?
– No mostrar enojo o fastidio. Si bien a veces es lo que nos genera, es importante entender que la persona que tiene ideas de suicidio está sufriendo.
– Intentar llevar a la persona a que realice una consulta médica de urgencia.
El suicidio es una conducta que generalmente se da en el contexto de una intensa angustia que refleja un gran sufrimiento psíquico. Puede ser qué no entendamos por qué se está sufriendo, pero sí podemos ofrecer un camino diferente para aliviar a esa persona.